Antes cuando era joven e ingenuo, mi dicho era: trabajo por hobby... y me pagan.
Con el tiempo comprendí que el cochino dinero es necesario para casi cualquier cosa, dicen los que saben que no es lo más importante, sin embargo para que deje de tener esa relevancia lo primero es no necesitarlo. Y a menos que uno viva en una sierra donde no se necesite (ni haya en que gastar) o en un lugar paradisíaco donde baste saber pescar y o cazar sus propios alimentos, se requiere.
Viene esto al tema porque hace días cumplimos 10 años laborando en la misma empresa. Una buena empresa, en la que me siento muy a gusto, con sus defectos y todo; pero para mi son mas sus virtudes desde donde lo veo que lo negativo.
En los últimos años veo a muchos jóvenes renegar de las arcaicas y viejisimas prácticas de exigir un horario de ingreso, una forma de vestir, de actuar. También noto una falta de ganas, no con la empresa con la cual prestan servicios, sino consigo mismos para cumplir compromisos. Tal vez es que la sociedad de ahora los hace sentir especiales y únicos y a mi generación y algunas atrás nos repitieron hasta el cansancio la necesidad de estudiar algo, luego conseguir un trabajo estable, casarse, conseguir una casa y un auto — esas fueron las señales de éxito para nosotros.
También es cierto que para muchos de nosotros vivir con los papás después de los veinticinco era casi impensable. Hoy es muy normal que los chavos de 30 vivan con los papás y aún les planchen, hagan de comer y tal vez hasta les cuenten cuentos para dormir. No estoy tratando de juzgar a nadie, sólo es lo que se ha visto últimamente y con más frecuencia.
¿Que si me gustaría emprender y tener mi propio negocio? ¡pues claro!, No creo que nadie quiera no tener su propia empresa que le sea redituable y vivir de ello y sus rentas. Lo cierto es que da miedo salir de una zona de comodidad (real o ficticia) y si a eso le sumamos las cuentas por pagar mes a mes, compromisos económicos y demás, es cuando ya no parece tan dulce el camino.
Sin duda estamos viviendo un cambio de generación, también las empresas están cambiando, unas más lentas que otras, pero es fácil suponer cambios drásticos sobre la dirección de una empresa cuando no es tu dinero y reputación lo que se está en juego.
A lo mejor es que ya di el viejazo, como dicen, lo cierto es que desde que soy empleado he tenido la oportunidad de desarrollar mis proyectos casi sin traba alguna, lo que me mantiene interesado, entretenido y ocupado. Si, sigo trabajando como empleado pero como dije... en lo que me apasiona y me pagan por eso. Cuando he sentido que se convierte en un trabajo obligado, me he movido.
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