Agradecer el año 2020 porque aquí seguimos. Fue un año terrible para muchas familias, difícil para muchas personas y fatal para otros. Pero, además, fue un año importante en avances tecnológicos, desde la adopción y despliegue inicial de la red 5G que permitirá estar más y mejor conectados (no significa necesariamente que nos comuniquemos mejor), aplicaciones de inteligencia artificial, despliegue de los primeros automóviles autónomos para entrega de productos, despliegue de servicios de entretenimiento de uso masivo, etcétera. Pero por lo mismo que aqueja a la humanidad toda, es un hito histórico el tiempo que tardaron los diferentes laboratorios clínicos y centros de investigación en encontrar una vacuna efectiva contra el coronavirus (SARS-CoV-2), lo que marcó el año 2020.
Fue el año de las videoconferencias, nunca antes se había utilizado tanto y tantos programas para mantenernos en comunicación de forma visual. Si bien desde hace muchos años se utilizan las conferencias con video con programas como Skype, Hangouts, Facetime y otros, no fue hasta este año que se popularizaron plataformas completas como Google Meet, Zoom, Teams de Microsoft y otras tantas que nos permitieron estar conectados para reuniones familiares, con amigos y sobre todo para cuestiones laborales. Si bien todos esos programas son de pago, durante este año por lo menos se han mantenido gratuitas con funcionalidades suficientes para su fin, aunque cuando requerimos algo más avanzado es cuando hay que pagar con caja.
Descubrimos además que tenemos algunos talentos sin explorar y habilidad para manejo de estrés, mucha gente ha permanecido haciendo trabajo desde casa, haciendo “home office” desde que inició la pandemia, saliendo como se recomendó, sólo para lo estrictamente necesario para evitar exponerse y exponer a otras personas. Mucha gente buscó más que nunca en las redes sociales, en las bibliotecas en línea, en YouTube, Vimeo y otras plataformas información para aprender cosas nuevas. Pero también para mucha gente todo el asunto de la pandemia no cambió de esa forma, sino para empeorar. Millones de personas han tenido más dificultad para llevar un ingreso a su hogar, a buscar el pan de cada día.
En la educación también se vivió un cambio importantísimo, algo que ya se venía dado pero que la pandemia aceleró: la educación totalmente en línea. Si bien en nuestro país la mitad de la población tiene aún muchas carencias de todo tipo, donde la tecnología ocupa la última de las preocupaciones en una familia que vive al día, se nos ha obligado a tener las lecciones educativas a través de una pantalla. Bien sea a través de un televisor, de una computadora, tableta o teléfono. Adiós a la interacción y adquisición de habilidades sociales que hasta ahora sólo conocíamos en el trato personal día a día, cara a cara. Ahora lo que hace 30 años significaba una frase de extrañeza y de exclamo tener “amigos por internet” es lo normal, un día será al revés. “¿De verdad se conocen en persona?”
Vacunas
En días pasados llegó la vacuna contra el Covid-19 a México, iniciando su aplicación en CDMX, Estado de México y Querétaro en su primer día y poco a poco se ha ido desplegando a otros estados de la República Mexicana, donde se aplica inicialmente para nuestros médicos y enfermeras del Sector Salud. Eso y si el plan del gobierno funciona para la vacunación universal nos hace sentir esperanza y fe para que 2021 sea un mejor año para todos. Ojalá que cuando nos toque a cada sector, nos la apliquemos todos, es nuestro deber.
Una vez más… ¡Gracias 2020!, aquí seguimos.
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