Hasta hace unos años la forma de adquirir software era comprando licencias de uso, donde normalmente se entregaba un soporte físico y manuales de operación. La licencia permitía utilizar los programas de por vida. Actualizar significaba un cambio de computadora y por lo regular se permitía pagar un costo menor si se contaba con una versión previa. Así, se podía tener un programa por muchos años sin ningún problema.
Luego las casas de software se pusieron creativas e hicieron soluciones donde a través de un pago mensual (renta), lo que dio origen al término “Software as a service (SaaS)”, donde tienes acceso a las nuevas características de los programas y en algunos casos, ni siquiera se requiere de una instalación especializada en un equipo de cómputo, sino que directamente ejecutas los programas “en la nube”. Esto tiene ventajas, como la reducción de costos de implementación, eliminación de hardware adicional, menor actualización en cuanto a equipo de cómputo, disminución en costos de soporte técnico, escalabilidad al tamaño del negocio. Sin embargo, también tiene su lado negativo, el principal, ser dependiente tecnológico de por vida.
En cuanto comienzas a utilizar un programa de renta como Adobe Photoshop, deberás pagar mensualmente por el uso, lo que te permite tener la última versión disponible, pero si dejas de pagar pierdes el acceso tanto a los programas como a la información que generaste y almacenaste en su nube. El pago por Photoshop como programa único cuesta 450 pesos mexicanos al mes (aunque podría costar 250 si se compra como paquete fotográfico), con lo cual se estarían desembolsando unos 6000 pesos al año, en un plan para uso privado. Cuando se pretende utilizar en una empresa, el precio sube. Si tomamos en cuenta que hasta antes de eso, una licencia de por vida costaba 699 USD (unos 14 mil pesos al cambio en este 2021), veremos que es el equivalente a poco más de 2 años de pago de renta, con lo cual valía más la pena, porque además, podrías utilizar 4 o 5 años el mismo programa sin problema.
Otro asunto, es que mucha gente utiliza versiones de evaluación permanente (por no decirle piratería), donde no pagan por la licencia, pero si tienen y exigen la última versión, aunque en este modo los programas no funcionan con todas sus características, como almacenamiento en la nube y colaboración. Luego, al crear sus archivos y compartir con otras personas, requieren que también tengan la misma versión, así que se hace más o menos obligatorio contar con lo último, algo que no siempre vale la pena. La mayoría de programas permiten exportar los trabajos a versiones anteriores (sistema heredado - legacy) manteniendo la compatibilidad, pero no siempre quien utiliza los programas conoce estas características, a pesar de ser algo simple.
Además, se pueden encontrar programas libres, algunos que no requieren un pago por suscripción y otros de uso gratuito. Algunos fabricantes de hardware proporcionan copias de software suficientemente utilizable. Es cierto que hay software muy especializado del que no hay alternativas viables o suficientemente prácticas para ser reemplazados, máxime cuando se obtienen beneficios a partir del trabajo realizado y lo que hacen este tipo de programas es agilizar el flujo de trabajo, donde vale la pena pagarlo.
La justificación de “no me alcanza para pagar tal programa” no es suficiente, vuelvo al tema de que hay software libre o gratuito que permite trabajar, es cosa de adoptarlo y aprenderlo. Una alternativa de Photoshop es GIMP e Inkscape, gratuitos.
Vacunas
Pfizer anunció que podría ingresar unos 33 mil millones de dólares en 2021, gracias a su vacuna contra el COVID19. No se descarta una tercera dosis, para aumentar la efectividad contra los temibles efectos del virus. ¿Estaremos ante una especie de vacuna como servicio?
https://panchito-kardashian.tar.mx/media/2021/08/software-como-servicio.jpg