Son días en que las calles lucen abarrotadas, la gente sale a hacer compras que por las fechas, normalmente no estaban planeadas, quienes se organizan lo hacen con antelación. Los centros de cada ciudad se abarrotan de gente buscando el regalo y las necesidades inmediatas como ropa, calzado, electrodomésticos y de consumo así como los insumos de la cena navideña y el alcohol.
Al respecto, es importante señalar la responsabilidad de no manejar si hemos bebido, algo que nos repiten hasta el cansancio pero que que en ocasiones, creemos ser capaces no sólo de manejar, sino de burlar a la autoridad por medio de mensajes en grupos y chats donde se nos avisan de los operativos de alcoholímetro puestos en las principales vías de la ciudad. El problema no es beber, ya ni hablemos de las multas por alcohol, que en según qué grado se tengan, pueden ir desde 7 mil pesos en el caso de Durango hasta 14 mil en Coahuila. Y es que a las multas estatales se le suman las del municipio, además del jugoso negocio de grúas, donde generalmente están concesionadas y cobran lo que quieren. Aún así, ese no es el principal problema, sino el riesgo al que se expone quien maneja alcoholizado, acompañantes en su caso y a terceras personas. No tiene ningún sentido tomar esos riesgos, seguramente un servicio de taxi, dependiendo de la distancia, podría costar entre 100 y 200 pesos (en caso que uno más maneje tu automóvil o decidas dejarlo) contra lo que sería una multa o el riesgo de accidente.
En cuanto a las compras navideñas, y como dicen los mayores, en estos días “ya todo está escogido”, generalmente aquello que buscábamos en tiendas físicas y que en su momento por no prepararnos o por no tener el dinero, ya no existe y en ocasiones hay que conformarse con lo que aún esté en existencia. En el caso de las compras en línea, aunque casi siempre tienen existencia, por la época ya no hay envíos inmediatos, así que claramente te indican que llegará “después de Navidad”. La recomendación por supuesto es que nos preparemos durante el año para ir comprando aquello que vamos a querer y no hacer compras de pánico, a sobreprecio o conformarnos con lo que hay.
Aumento de precios
Aunque en el último mes ha bajado el índice inflacionario, algunas cosas siguen subiendo de precio. Hace días notificaron que la Coca Cola tendría un aumento de 1 a 3 pesos, dependiendo de la presentación. Algunos representantes de restaurantes comentaron que era un golpe a la economía, aunque aquí me pregunto… ¿de verdad te venden a precio un refresco en los restaurantes? en una encuesta sin valor estadístico que hice a varios conocidos, las respuestas fueron que un refresco pequeño les era cobrado entre 25 y 50 pesos, así que como que golpe a la economía de los restaurantes, no me parece. Lo cierto es que si es algo que lastima el bolsillo a familias mexicanas, dado que México es el cuarto país consumidor per cápita con 141 litros por persona, los primeros en orden son Estados Unidos, Japón y Reino Unido. Ahora acaban de anunciar el precio del pan, los cigarros y la cerveza. Todo eso no me parece mal porque en general no son artículos de primera necesidad, pero con el pan, no hay que ser.
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