Pues total que después de instalarnos en el hotel, salimos a buscar donde cenar. Quería ir a la birriería Mendoza II, ya había ido hace un año y está rico, así que caminamos al lugar... y estaba cerrado.
Total que caminamos por ahí y encontramos un lugar famoso (en Foursquare) llamado «Las Chonas». Bueno, así le apodan, creo que se llama «La casa de la tía Chona». El lugar es muy bonito, con una iluminación muy romántica y velas. Nos sentamos y tardaron varios minutos en tomarnos la orden, de hecho mas bien fue hasta que nosotros lo solicitamos. Eso si, muy amables.
Pues no nos gustó la comida-cena. Yo pedí un mole verde con pollo. Si estaba rico pero tal vez tenía crema (no me gusta la crema y no lo había probado así), además tenía como decoración semillas de calabaza encima. Bueno no decoración, sino como parte del plato... un montón, como un puño completo. No sabe mal, pero el gusto no es tan agradable. Es decir, el platillo es suave al paladar y de pronto muerdes una semilla y "truena". Como dije, no es agradable.
Ya de ahí salimos a caminar un poco, nos subimos al teleférico de la ciudad, nos tocó un muchacho-guía super amable, tomé algunas fotos pero debí llevarme por lo menos el monopié, ya que ninguna foto me salió bien.
Eso fue el sábado por la noche.
Como mencioné en el escrito anterior, la ciudad es una belleza, llena de colores y gente por las calles. Invita a caminar.