Secuestro de nuestra información

Es común escuchar en el mundo informático las experiencias de usuarios que les han robado sus datos, ha habido casos sonados en nuestro país donde les han encriptado la información de computadoras al gobierno y empresas privadas. Este fenómeno, el secuestro de datos que en inglés es llamado ransomware, no es sino la violación de la seguridad en un equipo informático y/o móvil, donde el atacante encripta la información haciendo imposible poder leerla y donde a la postre, piden un rescate, normalmente a pagar con monedas virtuales para poder rescatar la información. Tal como se oye, un secuestro de datos, chantaje y delito.

El mayor problema es que si tenemos información relevante y queremos volver a acceder, tendríamos que confiar en que pagando, rescatemos los datos, algo que NO se recomienda en forma alguna. Hay varias formas para caer en ello, la forma más común es por medio de programas que nos prometen algo como poder espiar a contactos en su actividad en redes sociales o ver quién entra a nuestros perfiles, o incluso algunas aparentemente inofensivas como acceder a servicios sin pagar por ello, como películas o música. En resumen, es una falta de cultura acerca de informática. Cambiar nuestras contraseñas todo el tiempo no es algo seguro, tampoco poner claves imposibles de ser recordadas, porque seguramente la mayoría de gente termina apuntándolas en un papel en su mismo escritorio u oficina. 

Lo más adecuado es utilizar gestores de contraseñas, para el caso de los navegadores, los más populares permiten mantener una sincronización de contraseñas (Google Chrome en Android / Windows y Mac y Safari en mac/iOS), de tal forma que ni siquiera es necesario aprenderlas, solo mantenerse al tanto de vulnerabilidades de claves que los mismos programas notifican, además de activar la seguridad de dos pasos que muchos servicios tienen implementado (se confirma con un mensaje de texto). Para el caso de computadoras de oficina todavía hay muchos usuarios que utilizan Microsoft Office para situaciones donde no vale la pena -a menos que tu actividad principal sea contabilidad-. Lo ideal es utilizar documentos en la nube con Google Chrome o los de Microsoft Office, en documentos almacenados y protegidos en servidores de esas grandes compañías, donde es poco probable que se vean comprometidas por problemas de seguridad, aunque no imposible. De paso nos podemos ahorrar unos pesos en licenciamiento y tendremos disponibilidad de nuestros documentos en cualquier lugar con conexión a internet.

Nuestros datos valen

Hemos escrito en otras ocasiones lo que valen nuestros datos. Google, Facebook, y otras redes publicitarias aprovechan el uso que le damos a sus servicios gratuitos para obtener información nuestra y venderla al mejor postor. Recientemente la Irish Council for Civil Liberties ICCL* dio a conocer un estudio donde demuestra que Google consultó hasta unas 700 veces a ciudadanos estadounidenses y europeos la localización y actividad que realizan al utilizar dispositivos o servicios de la marca, con el fin de segmentar y obtener datos para publicidad. Lo que conocemos como publicidad dirigida, donde lo equivalente en la vida diaria sería tener a alguien a un lado escrutando todo lo que hacemos en la vida pública y privada, para entonces venderlo a empresas interesadas en ello. Suena un poco espeluznante, pero algo así es la publicidad dirigida que ahora es tan socorrida con las redes sociales y navegación.

* https://bit.ly/3sOo2lQ

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Almacenado en al pesebre fieras, ransomware

por Jorge Martínez Mauricio :)

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modificado miércoles 25 de mayo de 2022, 16:19

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