Debo decir que me encanta tomar fotografías de la luna. Es cierto que puede llegar a ser repetitivo, sobre todo si no añadimos otros elementos de composición, pero así me gustan. Hay quienes son unos buenazos y toman con edificios o paisajes, aunque otros se contentan con hacer dobles exposiciones (lo normal cuando se ve un edificio, calle o ciudad todo enfocado y también la luna) y pues ya algunos con montaje en Photoshop. Nunca estará mal tenerle cariño a la luna, sea como sea el homenaje.
Las primeras fotografías que le tomé fueron con una Nikon D5300 y con un lente 55-300mm. De noche, los parámetros más comunes y que funcionan a mano alzada son los siguientes:
- Medición puntual - Apertura f/8 - Distancia 300mm (o la máxima que se tenga) - ISO 100 - Velocidad 1/320s
Se puede variar la velocidad y apertura, pero con eso garantizas tener una fotografía de la luna. Lo de la medición puntual es importante ya que si es de noche, la cámara puede batallar para enfocar, aunque una vez que enfoques precisamente al puntito que es la luna, entonces ya no habrá problema.
Hace un tiempo fuimos a un lugar maravilloso donde vimos salir a la luna, jamás la habíamos visto tan boyante, tan... luna. A ver si un día volvemos. Aquí como sea hay una galería de ese día, el día que anduvimos en otro planeta.
📷🌓😬